El consejo profesional es lo que diferencia al farmacéutico comunitario en el cuidado de la piel

Blanca Llácer, vocal de Dermofarmacia y Formulación Magistral del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Alicante, ofreció las claves para profesionalizar el servicio de dermofarmacia, una oportunidad para seguir creciendo en un mercado de la cosmética que factura en España más de 9.000 millones de euros al año y tiene en la farmacia su tercer canal de distribución en ventas.

Según Llácer, “el consumidor elige la farmacia como canal de cosméticos por la calidad de los productos y formulaciones, por el consejo profesional y porque el concepto de belleza está cada vez más ligado a la salud”.

En su intervención en DermoCOFM, las IV Jornadas de Dermofarmacia que organiza el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid (COFM), puso en valor al farmacéutico comunitario como “un profesional sanitario preparado para ofrecer un consejo farmacéutico profesionalizado e individualizado y facilitar el mejor consejo profesional con las mejores formulaciones”.

En este sentido, señaló que “la salud y el cuidado de la piel se apoyan en la prevención, la protección y la eficacia, en el aval científico de las formulaciones con las que trabaja la farmacia”. También resaltó la necesidad de “dar un valor añadido para diferenciarnos; por accesibilidad, capilaridad, por no cobrar las consultas de salud y un acceso sin cita, el farmacéutico comunitario tiene una gran ventaja”, destacó la profesora del Máster de Dermofarmacia y Cosmético de la Universidad Miguel Hernández.

Un estudio llevado a cabo por esta farmacéutica reveló que las consultas más frecuentes sobre la piel están relacionadas con la rosácea (22 %), la dermatitis atópica (16 %), otras dermatitis (15 %), el cuidado pediátrico (11 %), 8% paciente oncológico, 6% embarazo y lactancia, 5% quemaduras y accidentes domésticos, 8% picaduras y alergias, además de úlceras, heridas, cicatrices y tatuajes, micosis, higiene bucal y alteraciones capilares.

“Somos clave en la prevención, en la detección de enfermedades y en la derivación al médico, en la evolución y el seguimiento del estado de la piel de nuestros pacientes”, señaló la especialista. “Todos estos aspectos van a fidelizar a la población”, aseguró.

Hay estudios científicos que demuestran que la segunda causa de problemas de salud más consultada en la farmacia comunitaria son las erosiones cutáneas, según el Programa I-VALOR. “El 75 % de los pacientes eligen al farmacéutico en patologías dermatológicas”, añadió. 

Protocolo de actuación farmacéutica

A juicio de esta experta, son tres los pilares de un servicio profesional de dermofarmacia. En primer lugar, ser conscientes de las necesidades de la piel están cambiando y que hay una prevalencia de enfermedades como dermatitis, psoriasis, rosácea o síndrome de piel sensible en algún momento de la vida.

Un segundo aspecto es cuidar la formulación magistral de productos a partir del rigor científico, la efectividad, la capacidad alergénica de las sustancias, su tolerancia y seguridad, así como su sensorialidad, es decir, el grado de cumplimiento y adherencia.

Por último, instó a construir sobre las propias necesidades de la farmacia comunitaria, subrayando el valor diferencial de la formación y el consejo farmacéutico, la elección del producto, la gestión, el apoyo en redes sociales y la omnicanalidad.

Como protocolo de actuación farmacéutica, recomendó realizar una entrevista como medio de hacer un análisis y evolución de la situación que permita detectar el problema dermatológico, disponiendo de criterios de derivación al especialista según cada patología y también de intervención farmacéutica, con el fin de ofrecer educación sanitaria y recomendaciones médicas higiénico-dietéticas, sin olvidar, el registro de datos de cada actuación. “Lo que nos diferencia es el consejo farmacéutico”, concluyó.