Nuestra profesión debe transmitir y demostrar lo que sabemos y podemos aportar

“La formulación magistral en dermofarmacia es un pilar fundamental en la atención farmacéutica, permitiendo la personalización de tratamientos dermatológicos para satisfacer las necesidades específicas de cada paciente”, aseguró Edgar Abarca Lachén, farmacéutico y director del ‘Máster de Formulación de Medicamentos Individualizados y Farmacoterapia Aplicada’ en la Universidad San Jorge, durante su participación en las IV Jornadas de dermocosmética DermoCOFM 2023.

Para el farmacéutico titular de la farmacia Lachén de Barbastro, “es esencial que nuestra profesión pueda transmitir y demostrar lo que sabemos y podemos aportar”. Idea que reforzó durante su exposición, hablando del desarrollo del medicamento individualizado y la capacidad de cubrir lagunas terapéuticas, solucionar situaciones de desabastecimiento o la retirada de medicamentos. Pero, sobre todo incidió en señalar la utilidad de la formulación como un recurso terapéutico que permite facilitar la administración del tratamiento adecuándolo a las peculiaridades del paciente.

“No hay que pensar sólo en formular cuando no hay especialidad registrada que prescribir. Debemos pensar en formular siempre que con ello se tenga mayor eficacia que con los productos registrados”, matizó Edgar Abarca, quien considera necesario informar al médico sobre esta especialidad, porque el “desconocimiento genera desconfianza” y para ello “necesitamos herramientas que ayuden a comunicarnos”, defendió el farmacéutico aragonés.

Herramientas como Dermacomp, una aplicación de la que es coautor, y que permite al dermatólogo diseñar medicamentos tópicos de manera personalizada seleccionando una serie de campos que contemplan las características del paciente por sexo, edad y alegrías, tipo de lesión, selección de principios activos posología y duración de tratamiento.

La formulación magistral “supone el origen de la profesión farmacéutica”, recordó el experto cuando se refirió a la importante labor de esta especialidad en el ámbito de la dermatología pediátrica, sobre todo porque la mayoría de la literatura está destinada a los adultos. En este punto, justificó las circunstancias para la elaboración medicamentos no comercializados o que se encuentren en dosis diferentes como ocurre en pediatría. Lo mismo que sucede en geriatría, especialidad en la que es conveniente adaptar la administración de muchos tratamientos, personalizando la prescripción asociando diferentes moléculas o seleccionando el vehículo adecuado.
La formulación ha ido evolucionando y adaptándose a las necesidades de los últimos tiempos. Actualmente la formulación cosmética ofrece la posibilidad de adaptar los productos a las necesidades del cliente y puede representar un servicio exclusivo para las farmacias comunitarias elaborando una línea de cosmética propia, que “bien se puede ampliar a líneas vinculadas a la pediatría o a la ginecología”, comentó el farmacéutico formulista que puso como ejemplo la experiencia de su farmacia en Barbastro.

Durante su intervención Edgar Abarca defendió la innovación y el desarrollo con el que se trabaja actualmente en el campo de la formulación, poniendo como ejemplo su propia experiencia. En el año 2020 participó en un el proyecto de “mejora del rendimiento de los respiradores en el paciente COVID 19 mediante el desarrollo de una solución surfactante que permitía optimizar el flujo de aire”, una iniciativa reconocida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y utilizada en las UCIS de algunos hospitales españoles de referencia.

Para el ponente, el farmacéutico debe asumir tanto el paso del arte de formular -“el quehacer con las manos”- al arte de dispensar -“el quehacer con la palabra”-, como el cambio de objetivo empresarial desde la “venta de fórmulas magistrales” a la “dispensación de conocimientos”, puntualizó ante el gran número de compañeros participantes en las jornadas.